Coleccioné cucharas durante el verano de 2009.
Llené botas y el cajón de pantis.
Creí entender el destino de la humanidad
a través de su forma y desarrollo:
desde la edad de piedra hasta la
posmodernidad.
La noche que fui a cenar sushi se me cayó la carpa
de la historia de occidente.
El siguiente verano perteneció a los crucigramas.
Ante la duda escribía el nombre de un compuesto
químico
o su abreviatura.
Nombre de la sexta vértebra: benzoato de
sodio.
La pareja del 206 discute con un megáfono.
Un hombre en el pasillo de carnes frías me ofreció
distintas drogas.
Jefe huno que en el 425 unió a las distintas
tribus: C2oH25N3O.
Este verano comienza con un cortauñas con forma de
olifante
y otro con mango de ámbar.
[Dog in a
car. Alex Colville.]
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